Tumores cerebrales pediátricos

Perspectiva general

Los tumores cerebrales en niños son masas de células que se forman en o cerca del cerebro infantil. Las masas o tumores pueden desarrollarse y presionar partes cercanas del cerebro. Esto puede causar síntomas como dolores de cabeza y náuseas.

Existen muchos tipos de tumores cerebrales en los niños. Algunos se desarrollan rápidamente, otros lentamente, y algunos son cancerosos y otros no. Los tumores cerebrales no cancerosos también se denominan tumores cerebrales benignos.

El tipo de tumor cerebral que tiene un niño ayuda a determinar el mejor plan de tratamiento. Otros aspectos que tiene en cuenta el equipo de atención médica de tu hijo son la ubicación del tumor, si se ha diseminado más allá del cerebro, y la edad y el estado de salud general del niño.

El tratamiento de los tumores cerebrales en niños suele ser bastante diferente de la terapia para los tumores cerebrales en adultos. Por este motivo, busca atención médica en un centro médico que tenga experiencia en el cuidado de niños con tumores cerebrales.

Tumor cerebral en un niño

Esto muestra el tumor de un niño que probablemente comenzó en las neuronas cerebrales. A medida que el tumor crece, puede ejercer presión en el tejido cerebral circundante. Esto causa síntomas de tumor cerebral, como dolores de cabeza, náuseas y problemas de equilibrio.

Síntomas

Los síntomas de los tumores cerebrales en niños pueden variar en función de dónde está ubicado el tumor en el cerebro. Los síntomas también pueden depender del tamaño del tumor y de la rapidez con la que se desarrolla.

Algunos de los signos y síntomas más comunes de los tumores cerebrales en niños son los siguientes:

  • Dolores de cabeza que pueden volverse más frecuentes e intensos. En los niños que no hablan, el padre o la madre puede notar que el niño está más irritable de lo habitual.
  • Náuseas y vómitos.
  • Cambios en la visión, como visión doble. En los niños que no hablan, el padre o la madre puede notar que el niño entrecierra los ojos o se tapa un ojo cuando intenta mirar algo.

Otros posibles signos y síntomas:

  • Una fontanela abultada en el cráneo de los bebés.
  • Movimientos oculares anormales.
  • Confusión e irritabilidad.
  • Dificultad para mantener el equilibrio.
  • Problemas de audición.
  • Problemas de memoria.
  • Cambios en la personalidad o el comportamiento.
  • Convulsiones, especialmente en un niño que no tiene antecedentes de convulsiones.
  • Habla arrastrada.
  • Problemas para caminar.
  • Dificultad para tragar.
  • Debilidad o caída de un lado de la cara.
  • Debilidad o pérdida de sensibilidad en un brazo o una pierna.

Cuándo consultar al médico

Programa una cita con el médico u otro profesional de atención médica si tu hijo tiene síntomas que te preocupan.

Causas

La mayoría de las veces se desconoce la causa de un tumor cerebral en un niño.

Los tumores cerebrales en niños se originan cuando las células del cerebro presentan cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican a esta qué debe hacer. En las células sanas, el ADN da las instrucciones para crecer y multiplicarse a un determinado ritmo. Las instrucciones también les indican a las células en qué momento deben morir. En el caso de las células tumorales, los cambios en el ADN hacen que las instrucciones sean diferentes; por ejemplo, hacen que las células tumorales se multipliquen a gran velocidad. De este modo, las células tumorales siguen viviendo mientras que las células sanas mueren. Esto origina un exceso de células.

Las células adicionales pueden formar una masa que se denomina tumor. Un tumor puede aumentar de tamaño y presionar el tejido cerebral cercano. A veces, un tumor en desarrollo causa hinchazón y otros cambios en el tejido cerebral cercano.

Algunas células tumorales desarrollan otros cambios en el ADN que las convierten en células cancerosas. Las células cancerosas pueden invadir y destruir los tejidos sanos. A veces, las células cancerosas pueden desprenderse y diseminarse más allá del cerebro. Cuando el cáncer cerebral se disemina, tiende a ir al líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. Este se llama líquido cefalorraquídeo.

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de tumores cerebrales en niños están los siguientes:

Edad más temprana

Los tumores cerebrales pueden aparecer a cualquier edad. En los niños, tienden a aparecer con más frecuencia en menores de 5 años.

Exposición a la radiación

Los niños que reciben radioterapia en la cabeza tienen un mayor riesgo para tumores cerebrales. Por ejemplo, la radioterapia contra un tipo de tumor cerebral puede aumentar el riesgo de desarrollar otro tipo de tumor cerebral.

Sistema inmunitario debilitado

Si el sistema inmunitario, que ataca los gérmenes en el organismo, está debilitado por alguna enfermedad o por tomar medicamentos, podría haber un mayor riesgo de que los niños tengan tumores cerebrales. Entre los niños con un sistema inmunitario debilitado están quienes toman medicamentos para mantenerlo bajo control, como sucede después de un trasplante de órganos. Existen determinadas afecciones, como la infección por VIH, que también pueden debilitar el sistema inmunitario.

Síndromes genéticos hereditarios

Algunos síndromes genéticos hereditarios pueden aumentar el riesgo de que los niños tengan tumores cerebrales. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Neurofibromatosis tipo 1
  • Neurofibromatosis tipo 2
  • Esclerosis tuberosa
  • Síndrome de Gorlin
  • Síndrome de Turcot
  • Síndrome de Cowden

Para saber si estos síndromes están presentes, se pueden hacer pruebas del ADN de tu hijo.

Prevención

No hay manera de prevenir los tumores cerebrales en niños. Si tu hijo desarrolla un tumor cerebral, no hiciste nada para causarlo.

Diagnóstico

El diagnóstico de un tumor cerebral en un niño suele comenzar con preguntas sobre los síntomas de tu hijo y un examen. El examen puede dar al equipo de atención médica de tu hijo indicios sobre lo que está ocurriendo en su cerebro. Puede ayudar al equipo de atención médica a decidir qué pruebas son necesarias para realizar a continuación.

Las pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar tumores cerebrales en niños incluyen lo siguiente:

Examen neurológico

Un examen neurológico consiste en evaluar diferentes partes del cerebro para ver cómo funcionan. Durante el examen de tu hijo, un profesional de atención médica podría revisar lo siguiente:

  • Visión
  • Audición
  • Equilibrio
  • Coordinación
  • Fuerza
  • Reflejos

Si tu hijo tiene dificultades en una o más áreas, esto es un indicio para tu profesional de atención médica. Un examen neurológico ayuda al equipo de atención médica a entender en qué parte del cerebro podría haber un problema.

Estudios por imágenes

Los estudios por imágenes pueden tomar imágenes del cerebro que muestren la ubicación y el tamaño del tumor cerebral. La prueba por imágenes más común para los tumores cerebrales es la resonancia magnética. A veces, se necesita un tipo especial de resonancia magnética para obtener imágenes más detalladas. Los tipos especiales de resonancia magnética incluyen la resonancia magnética funcional y la espectroscopía de resonancia magnética.

Otros estudios por imágenes incluyen tomografías computarizadas y tomografías por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).

Biopsia

Una biopsia es un procedimiento que consiste en extraer una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. En el caso de tumores cerebrales en niños, la muestra suele tomarse durante la cirugía para extirpar el tumor.

Si no es posible hacer una cirugía, puede extraerse una muestra de tejido con una aguja. La extracción de una muestra de tejido de un tumor cerebral con una aguja se hace con un procedimiento que se conoce como biopsia estereotáctica con aguja. Durante este procedimiento, un cirujano hace un pequeño orificio en el cráneo. Luego, introduce una aguja fina a través del orificio hacia el tejido del cerebro y toma una muestra de células.

La muestra se envía a un laboratorio para analizarla. En el laboratorio, los análisis pueden indicar si las células son cancerosas y la rapidez con la que se multiplican. Existen pruebas especiales en las que se analiza el ADN de las células tumorales. El equipo de atención médica de tu hijo utilizará los resultados de estos análisis para elaborar un plan de tratamiento.

Punción lumbar

Una punción lumbar es un procedimiento para tomar líquido de la zona que rodea a médula espinal. Para realizarla, se utiliza una aguja. Un profesional de atención médica introduce la aguja entre dos huesos en la zona lumbar y extrae un poco del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. Este se llama líquido cefalorraquídeo. El líquido se envía a un laboratorio para analizar si hay células cancerosas.

Puede que a tu hijo se le tenga que hacer una punción lumbar si existe riesgo de que el cáncer se haya diseminado. El cáncer cerebral generalmente no se disemina. Sin embargo, si lo hace, tiende a diseminarse al líquido cefalorraquídeo. El líquido puede transportar las células cancerosas a otras partes del cerebro y a la médula espinal.

Tratamiento

El tratamiento de los tumores cerebrales en niños depende de muchos factores. El equipo de atención médica de tu hijo tiene en cuenta el tipo, el tamaño y la ubicación del tumor, así como la edad y el estado general de salud del niño. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, radiocirugía, quimioterapia y terapia dirigida.

Cirugía

El objetivo de la cirugía para un tumor cerebral en un niño es extirpar todas las células tumorales, pero no siempre es posible hacerlo. A veces, el tumor cerebral está en un lugar de difícil acceso. A veces se encuentra cerca de partes importantes del cerebro que podrían sufrir daños durante la intervención quirúrgica. En estas situaciones, el cirujano puede extirpar la mayor parte posible del tumor.

La cirugía para extraer el tumor cerebral en un niño conlleva riesgos, como infección y sangrado. Otros riesgos pueden depender de la parte donde está localizado el tumor en el cerebro de tu hijo. Por ejemplo, la cirugía para un tumor que se encuentra cerca de los nervios que están conectados a los ojos podría implicar un riesgo de pérdida de la visión.

Radioterapia

La radioterapia para tumores cerebrales usa poderosos haces de energía para destruir las células tumorales. La energía puede provenir de rayos X, protones y otras fuentes.

Durante la radioterapia, tu hijo se acuesta en una camilla en la sala de tratamiento. Una máquina se desplaza alrededor del niño y dirige la radiación a puntos precisos. La radioterapia requiere permanecer muy quieto para que la máquina apunte a la zona exacta. Es posible que los niños pequeños y otras personas con problemas para quedarse quietos necesiten medicamentos que les ayuden a relajar y permanecer inmóviles.

Algunos centros médicos ofrecen diferentes tipos de fuentes de energía para la radioterapia, como:

  • Radiación con rayos X. La radiación procedente de los rayos X es el tipo más común de radioterapia. También se denomina radiación con fotones. La mayoría de los centros médicos disponen de rayos X.
  • Radiación con haz de protones. La radiación con protones utiliza la energía de estas partículas pesadas y es un tipo más reciente de radioterapia. No está disponible en todos los centros médicos. Los rayos de protones pueden dirigirse cuidadosamente a las células tumorales. Es menos probable que la terapia con protones dañe el tejido sano cercano al tumor cerebral. Los niños pueden beneficiarse de este tipo de radiación porque su cerebro aún se está desarrollando.

Los efectos secundarios de la radioterapia dependen del tipo y la dosis de radiación que tu hijo reciba. Los efectos secundarios más comunes son mucho cansancio, irritación del cuero cabelludo, caída temporal del pelo y dolores de cabeza. A veces se producen náuseas y vómitos, pero los medicamentos contra las náuseas pueden ayudar a controlar esos efectos secundarios.

Radiocirugía

La radiocirugía estereotáctica para tumores cerebrales es un tipo de radioterapia intensa que dirige haces desde muchos ángulos hacia el tumor cerebral. Ningún haz es muy potente, pero el punto donde convergen todos los haces recibe una dosis muy grande de radiación para destruir las células del tumor.

Por lo general, la radiocirugía se hace en un tratamiento.

Durante este tratamiento, pueden utilizarse distintos tipos de energía. El tipo de tratamiento más adecuado para tu hijo dependerá de su situación. Las opciones pueden ser las siguientes:

  • Radiocirugía con acelerador lineal. Las máquinas del acelerador lineal se conocen como LINAC en inglés debido a sus iniciales. Estas máquinas son conocidas por sus nombres comerciales, como CyberKnife, TrueBeam y otros. La máquina del acelerador lineal apunta haces escrupulosamente moldeados, uno a la vez y desde muchos ángulos distintos.
  • Radiocirugía con bisturí de rayos gamma. La máquina del bisturí de rayos gamma apunta muchos rayos gamma pequeños al mismo tiempo.
  • Radiocirugía con protones. La radiocirugía con protones se compone de haces de protones. Está empezando a conocerse más, pero no está disponible en todos los hospitales.

Los efectos secundarios de la radiocirugía incluyen mucho cansancio y cambios en la piel del cuero cabelludo. Es posible que notes que la piel de la cabeza de tu hijo está seca, pica o está sensible. Algunos niños pueden tener ampollas en la piel o caída del pelo. En algunos casos, la caída del pelo es irreparable.

Quimioterapia

La quimioterapia para los tumores cerebrales usa medicamentos fuertes para destruir las células tumorales. Los medicamentos de la quimioterapia se pueden tomar como pastillas o se pueden inyectar en una vena. Algunas veces, la quimioterapia se coloca en el tejido cerebral mediante una cirugía.

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen de los medicamentos que reciba tu hijo. Los efectos secundarios generales de la quimioterapia incluyen náuseas, vómitos y caída temporal del pelo.

Terapia dirigida

La terapia dirigida para los tumores cerebrales usa medicamentos que atacan sustancias químicas específicas presentes en las células tumorales. Mediante el bloqueo de estas sustancias químicas, los tratamientos dirigidos pueden destruir las células tumorales.

Las terapias dirigidas tienen medicamentos para ciertos tipos de tumores cerebrales en niños. Es posible que se analicen las células del tumor cerebral de tu hijo para ver si la terapia dirigida podría ayudar.

Ensayos clínicos

Los ensayos clínicos son estudios de tratamientos nuevos. Estos estudios presentan una oportunidad para probar los tratamientos más recientes. Podría desconocerse el riesgo de efectos secundarios. Pregunta al equipo de atención médica de tu hijo si podría participar en un ensayo clínico.

Cuidados paliativos

Los cuidados paliativos son un tipo especial de atención médica que ayuda a los niños con enfermedades graves a sentirse mejor. En el caso de los niños con tumores cerebrales, la atención paliativa puede ayudar a aliviar el dolor y otros síntomas. Un equipo de profesionales de atención médica ofrece atención paliativa. El equipo puede estar conformado por médicos, personal de enfermería y otros profesionales específicamente capacitados. El objetivo consiste en mejorar la calidad de vida de tu hijo y tu familia.

Los especialistas en cuidados paliativos trabajan contigo, tu familia y el equipo de atención médica para ayudar a que tu hijo se sienta mejor. Proporcionan un nivel adicional de apoyo durante los tratamientos de tu hijo. Tu hijo puede recibir atención paliativa al mismo tiempo que los tratamientos contra el tumor cerebral, como cirugías, quimioterapia o radioterapia.

Recuperarse después del tratamiento

Los niños pueden necesitar apoyo después del tratamiento para ayudarlos a recuperarse. Los tumores cerebrales pueden desarrollarse en partes del cerebro que controlan la motricidad, el habla, la visión y el pensamiento. Los servicios de rehabilitación para ayudar a recuperar estas funciones incluyen lo siguiente:

  • Terapia física para ayudar a tu hijo a recuperar las habilidades motoras perdidas o la fuerza muscular.
  • Terapia ocupacional para ayudar a tu hijo a retomar sus actividades cotidianas.
  • Terapia del habla si tu hijo tiene dificultades para hablar.
  • Tutoría si tu hijo en edad escolar necesita ayuda para afrontar los cambios en la memoria y el pensamiento tras el tratamiento de un tumor cerebral.

Medicina alternativa

Se ha investigado poco sobre los tratamientos alternativos para los tumores cerebrales en niños. No se ha demostrado que ningún tratamiento de medicina alternativa cure los tumores cerebrales y algunos pueden ser perjudiciales.

El término medicina alternativa suele utilizarse para describir tratamientos que no suelen ofrecer los profesionales de atención médica. A medida que los investigadores estudian estos tratamientos y aumenta la evidencia de estos métodos alternativos, los médicos y otros profesionales de atención médica los están incluyendo en los planes de tratamiento junto con las terapias estándar. Es un enfoque que los profesionales de atención médica a veces llaman medicina integrativa.

Algunos tratamientos de medicina integrativa podrían ayudar a tu hijo a sobrellevar los síntomas del tumor cerebral y los efectos secundarios del tratamiento. Tu equipo de atención médica trabajará con tu familia para asegurarse de que tu hijo se sienta cómodo. La combinación de tratamientos integrativos con tratamientos estándar puede aportar cierta comodidad adicional.

Las opciones incluyen:

  • Acupuntura.
  • Terapias creativas, como la arteterapia y la musicoterapia.
  • Hipnosis.
  • Masoterapia.
  • Meditación.
  • Técnicas de relajación, como la visualización dirigida y la respiración profunda.

Si a tu hijo le interesa probar alguno de estos tratamientos, habla con tu equipo de atención médica sobre lo que podría funcionar mejor para él. Pide a tu equipo que te recomiende profesionales de atención médica que tengan experiencia trabajando con niños con tumores cerebrales.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

A continuación, te ofrecemos consejos que guiarán a tus familiares a lo largo del tratamiento de cáncer de cerebro de tu hijo.

En el hospital

Cuando tu hijo tenga citas médicas o una hospitalización, ten en cuenta lo siguiente:

  • Lleva el juguete o el libro favorito de tu hijo al consultorio o a las visitas clínicas, para mantenerlo ocupado mientras espera.
  • Quédate con tu hijo durante los análisis o los tratamientos, si es posible. Para describirle lo que sucede, usa palabras que tu hijo pueda entender.
  • Incluye un momento de juego en el horario de tu hijo. Muchos hospitales tienen una sala de juegos para los niños que están en tratamiento. Los miembros del equipo de atención médica pueden ofrecer actividades para apoyar a tu hijo mientras recibe tratamiento. Pide hablar con un trabajador social o un especialista en vida infantil.
  • Pide ayuda a los miembros del personal de la clínica o del hospital. Busca organizaciones para padres y madres de niños que padecen cáncer. Los padres y madres que ya han pasado por esto pueden dar ánimos y esperanza, así como consejos prácticos. Pregunta al equipo de atención médica de tu hijo sobre grupos de apoyo a nivel local.

En casa

Al salir del hospital:

  • Vigila el nivel de energía de tu hijo fuera del hospital. Si se siente bien, motívalo a participar en actividades periódicas. A veces, parecerá que tu hijo está cansado o sin energía, en especial después de la quimioterapia o la radiación, por lo que también debes reservar tiempo para que descanse adecuadamente.
  • Lleva un registro diario del estado de tu hijo en casa. Toma nota de la temperatura corporal, el nivel de energía y los patrones de sueño de tu hijo. Anota los medicamentos administrados y los efectos secundarios. Compártelo con el equipo de atención médica de tu hijo.
  • Sigue la dieta habitual de tu hijo, a menos que el equipo de atención médica te sugiera lo contrario. Cuando sea posible, prepárale sus comidas favoritas. El tratamiento puede afectar el apetito de tu hijo. A veces, comer puede resultar difícil. Consulta a un dietista diplomado para asegurarte de que tu hijo ingiera suficientes nutrientes y calorías.
  • Consulta con el equipo de atención médica antes de una vacunación, ya que el tratamiento contra el cáncer afecta el sistema inmunitario.
  • Prepárate para hablar con tus otros hijos e hijas acerca del tumor cerebral. Háblales acerca de los cambios que pueden llegar a ver en su hermano, como caída del pelo y cansancio. Escucha cuando te digan cuáles son sus preocupaciones.

Preparación antes de la cita

Consulta con el médico u otro profesional de atención médica si tu hijo tiene síntomas que te preocupan. Si se sospecha de un tumor cerebral, pide que te remitan a un especialista con experiencia en tumores cerebrales en niños.

Considera la posibilidad de llevar a un pariente o amigo a la cita para que te ayude a recordar toda la información proporcionada.

A continuación, te proporcionamos información para ayudarte a ti y a tu hijo a preparar para la cita médica.

Qué puedes hacer

Antes de la cita médica de tu hijo, prepara una lista de lo siguiente:

  • Síntomas, incluidos aquellos que no parecen estar relacionados con el motivo de la cita.
  • Cualquier medicamento, incluidos vitaminas, plantas medicinales y medicamentos de venta libre que tu hijo se administre y sus dosis.
  • Información personal crucial, como situaciones de gran estrés o cambios recientes en la vida de tu hijo.
  • Preguntas que quieras hacerle al equipo de atención médica de tu hijo para aprovechar al máximo el tiempo.

En caso de un tumor cerebral en un niño, algunas preguntas básicas son las siguientes:

  • ¿Qué tipo de tumor cerebral tiene mi hijo?
  • ¿Dónde está ubicado el tumor cerebral? ¿Qué tamaño tiene?
  • ¿Cuál es la agresividad del tumor cerebral?
  • ¿Es canceroso el tumor cerebral?
  • ¿Necesitará mi hijo pruebas adicionales?
  • ¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
  • ¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de cada tratamiento?
  • ¿Puede algún tratamiento curar el tumor cerebral de mi hijo?
  • ¿Hay algún tratamiento que considere mejor?
  • ¿Debe mi hijo acudir a otros especialistas? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Si se te ocurren otras preguntas, no dudes en hacerlas.

Qué esperar del médico

Prepárate para responder algunas preguntas sobre los antecedentes médicos y los síntomas de tu hijo. Estas podrían incluir:

  • ¿Cuándo comenzó a experimentar los síntomas tu hijo?
  • ¿Son los síntomas continuos u ocasionales?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas de tu hijo?
  • ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?

Last Updated Apr 27, 2024


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